




No sé si por la melancolía del paisaje, por mi propia melancolía, o por esa sensación de abandono, de dejarme llevar por la corriente, el río Douro porgugués, agua de mi agua y de mi río, ayer, mis ojos contemplaron estos paisajes con otros ojos. Diferentes, nostálgicos, ojos que miran sin ver. Ojos que sienten la mirada perdida, confundida.
Es difícil intentar descifrar en qué momento las aguas tumultuosas del Duero/Douro se mezclan y confunden. Es difícil saber cuando nos mantenemos con la cabeza fuera del agua y cuando comenzamos a zozobrar.
Lo siento, hoy no voy a escribir sobre mis vivencias del día de ayer. Poco importan.
Os dejo esas imágenes preñadas de belleza.
8 comentarios:
Olá, Concha! Conheço muito bem este percurso que, no entanto, não faço há alguns anos. Este rio é maravilhoso.
Boa tarde.
Percurso belíssimo. Já falei sobre ele em http://www.andarines.com/
"Passeio a Barca d'Alva"
Solo decirte q te sigo visitando cada dia.Encantador.Un abrazo.
De uma beleza tocante!
preciosas imagenes,especialmente la primera,trasmite paz
salu2
Bellíssima scomo siempre!!! me encantan
São lugares de ausência onde..segredos.. se supultaram para sem....nas sinistradas paredes puritanas.....mas..não deixam de ser românticas se lhes retirar-mos a morte que há em si...
Paulo
Lindíssimas fotos. E eu que não conheço o Douro!!! E sou portuguesa!!! Ainda tenho muito para descobrir.
Beijos.
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