14 de enero de 2007







¿Alguien dijo que, en invierno, es mejor un cuento triste?

No. Si el invierno te habla y el paisaje te tienta.

Hoy me ha hablado el paisaje de mi infancia, ahora cubierto de musgo y rigor térmico. Hoy, las conversaciones han sido más largas mientras el fuego de la lumbre pugnaba por su libertad.

Creo que fue Simone de Beauvoir la que dijo que cuando descubrió Paris (ella nació en Paris) lo que más la deslumbró fue su propia libertad.

Yo, hoy también, me he sentido un poquito más libre. Me siento así siempre que me aproximo a estos paisajes. En cualquier época del año: En verano y en invierno, en primavera y en otoño. La libertad es algo intrínseco, algo endógeno que nace con uno mismo, sin que nadie interfiera. Incluso aún cuando nos sintamos abandonados o ignorados.

La libertad es poderosa y egoísta incluso. Porque desdramatiza el drama, lo descontextualiza y evade. Porque lo dramático no es que te ignoren, sino que no te importe.

Eso también es libertad.

17 comentarios:

  1. Si, efectivamente, Lorenzo Pedrero. Se quedó con un cuaderno en el que yo vertía, no sé como llamarlos, poemas. ¡Ya me gustaría tenerlos! Por cierto, se asombraba de la contidad de poemas que yo sabía y que él nunca había oído. ¿QUé escribía y de qué y cómo? Eso no lo sé porque yo he vivido fuera mucho tiempo. Lo de que había estado enfermo tenía alguna información. No sé que decirte, salvo que tengo una casa en Santa Clara de Avedillo... ¡Ah! y que conozco a Juan Gonper que es editor en Salamanca.

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  2. Me había dado cuenta de que conocías a Gonper porque he visto un link de lu blog en el tuyo.

    Gonper es un tipo simpático. Me editó mi último libro, un poemario. Nos vemos con cierta frecuencia.

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  3. Gostaria muito de viver, perto de paisagens assim.
    Abraço

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  4. Um local lindíssimo no qual só poderás mesmo sentir-te assim.
    Beijos

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  5. Definitivamente... delicioso...
    las palabras, las imágenes... o que queda por decir.

    Gracias por las palabras.

    Pasate por casa cuando quieras...
    hay mate!

    A.-

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  6. mMi querida Anatema, leer tu post me remonto a mi infancia, donde las calles estaban ennoblecidas por grandes arboles que en invierno mostraban sus ramas desnudas y yo sentada en la ventana de mi casa tomando mate con tortas fritas hechas por abuela sara, salir a comprar el diario y sentir el viento golperarme la cara ayyyyyy y el atardecer las partidas de cartas que jugaba junto a mis padres, que recuerdos, los mas hermosos de mi vida, gracias por traerme tantos recuerdos lindos, hasta la proxima. silvi

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  7. Fotos esplendorosas para um post lindo...


    Doce beijo

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  8. Qué bellas imágenes. Ya quisiera estar yo ahí.

    La libertad está en nosotros..y es nuestro deber proyectarla.

    UN abrazo.

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  9. Fantástico post...no deslumbramento saio...
    A luz inundou o dia, no resto do vago que resta da noite, sons de melodia dolente que ecoaram por toda a lagoa...

    Feiticeiro domingo

    Doce beijo

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  10. El invierno es de alegre o triste como tu quieres que sea. Es gris, lluvioso, frío...pero no necesariamente triste. También tiene cosas alegres.
    Preciosas fotos como siempre.

    Salu2:))

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  11. Somos naturaleza, y aún nos entendemos con ella, aunque parezca mentira.

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  12. HAI KAIS
    Por aquí y por allá
    se oye el murmullo de las cascadas
    y las hojas caen.
    M. B.
    El peso vence
    la frágil naturaleza de la yerba
    que la hoz recoge sin compasión,
    precipitando
    a la libélula
    en un mar hostil,
    donde las olas no mecen
    acuchillan sus alas.
    Herida,
    emprende el vuelo seminal,
    una vez mas
    confiada al viento de la fronda,
    primo hermano
    del agua donde su sed abreva.

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  13. No había visto tu contestación de que conocías a Gonper. Ganó el premio de poesía 'Caminar conociendo' y le publicamos algún relato. Si et publicado uno a lo mejor lo tengo, pero he mandado todos mis libros para Avedillo. Algunos de la ed. de Gonper no los había leído aun.
    Otro parida de las mías:
    HAI KAIS
    Por aquí y por allá
    se oye el murmullo de las cascadas
    y las hojas caen.
    M. B.


    Caen envidiosas,
    las hojas.
    Aventuran,
    sin ninguna obligación,
    su eternidad
    fluyendo como el agua
    que feroz las maltrata.
    Se dejan llevar por el movimiento
    que las embriaga, y las aturde, y las marea,
    hasta quedar derrotadas
    por la brutalidad de la caída.
    Después, en primavera,
    cuando el alba es más hermosa
    y amiga de los pobres
    renacerán en las alturas
    para besar al viento
    que las odia cordialmente.

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  14. la última parida que te dedico por haber sido tan amable:

    violada

    ...las llamas prendieron en las lenguas tartamudas;
    en los cauces de la desesperación;
    en las nevadas crines de alazanes congelados;
    antes de hollar la arena del mar cántabro,
    encristalado de brumas relucientes,
    de fogonazos, explosiones, estallidos;
    de esmeraldas enraizadas en rocíos,
    de lluvias, de aguaceros, de tormentas;
    de relojes y cronómetros a punto de espanto,
    de hierba, de maleza, de lujuria;
    de varones desalmados: de granito;
    de hembras rosadas por el castigo de perlas persistentes
    como flamencos eternamente heridos
    por la lisonja cruel de la intemperie;
    de la historia de caballos enloquecidos
    y encabritadas madres aullándole a la luna
    ofreciendo la hija ensangrentada:
    el ánfora quebrada de su vientre cósmico
    por el feroz enloquecimiento
    de almas erizadas de púas, de puñales,
    de estiletes, de veneno, de mierda:
    de descomposición feroz del hombre seminal;
    y sin poder contener al homicida...

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  15. Por cierto, cuando te pregunté por tus parentescos, estaba pensando en García Pelayo que, como sabes, fue el primer presidente del Tribunal Constucioanal, era zamorano y... no sé... pensé... lo mismo tiene alguna relación. Yo me hice amigo, muy amigo, de un escritor, García Luengo, extremeño (murió hace dos años) y me hablaba mucho de García Pelayo como un intelectual de talla. Resulta que había nacido en Corrales del Vino (fue amigo de un tío mío) y eso lo he sabido luego. Total:me acordaba de esto y de un profesor de literatura del instituto y que, no sé por qué, estaba convencido que se apellidaba Pelayo

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  16. também é liberdade...
    bonitas fotos de uma região bonita, há uma pedra que parece com uma cabeça de criança.

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