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14 de junio de 2010

Amayuelas (Palencia) arte y oficio


Las aves de Amayuelas revolotean en torno a la torre.


La cosecha recogida en serpenteantes cilindros de malla.
Las aguas residuales van pasando a través de los diferentes filtros.
La tierra preparada antes de ser mezclada con la paja para hacer el adobe.


Plano informativo del sistema de depuración de aguas residuales.


La granja donde se crían aves con pedigree, gallos rojos.

Cadena humana acarreando material para construir.

Material de construcción, antes y después de su elaboración.
Las desnudas tapias de Amayuelas no son ajenas al arte.

Los antiguos palomares castellanos sirven ahora para guardar y clasificar semillas. Un lujo y una gran idea.



Las casitas unifamiliares construidas con materiales autóctonos por las manos de sus propios moradores.

Amayuelas era un pueblo condenado a desaparecer hasta que fue seleccionado en un Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2002 para llevar a cabo una labor sostenible que permitiera a sus vecinos implicarse y de paso, asentar población.

Se trata de una localidad pequeña de ambiente rural y depremida de España. La actuación consistió en la construcción privada de 10 viviendas bioclimáticas por métodos tradicionales ya en desuso como muros de tapial y adobe, energía solar, materiales de bajo impacto ambiental, etc. Y todo ello con la incorporación de nuevas tecnologías como la energía solar térmica y fotovoltaica.

Fueron varios los objetivos a destacar: valoración del patrimonio cultural en el entorno. Posibilidad de participación social en el proyecto. Construir de tal forma que se respete el entorno, dinamizar y asentar población.


Los resultados son evidentes y sirven como estímulo a sus artífices y de ejemplo para quienes quieran revitalizar los pueblos abandonados.

12 de junio de 2010

LECCE, un barroco esplendoroso










Lecce es una de las localidades más sugerentes de la Italia meridional. Silenciosa y ordenada, al pasear por sus calles es disfrutar de una sinfonía de frisos, pináculos y cariátides, distribuidos sobre un balcón, un portalón o una fachada que van dejando los ojos maravillados. Lo primero que el viajero se pregunta, cómo es que Lecce no ha sido declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. "Razones políticas, nada más", es lo que contestan. A Lecce se la conoce como la Florencia del Sur, tanto arte acumulado en cada plaza, en cada calle, en cada edificio, en cada palacio. El arte puede sobrepasar los límites de lo que la mente y la vista pueden asimilar.

Muchos son los personajes que se han hecho eco del barroco de Lecce, desde Goethe a Gregorovius. Se dice que Lecce huele a miel y, al anochecer, cuando el día se ha rendido, la ciudad brilla como si todas sus fachadas estuvieran recubiertas de oro y toda ella se iluminara con sus destellos. Bellísima de día y mágica y fascinante de noche. Tranquila y al mismo tiempo llena de vida. Los habitantes de Lecce buscan el asueto y el relax en las innumerables terracitas callejeras, en los bares de copas, en los restaurantes típicos donde se degustan las más exquisitas pizzas, siempre a gusto del consumidor. Las sirven sobre unas bandejas interminables que ocupan tanto espacio como ocupan los comensales en la mesa. Resulta pintoresco y llamativo para el viajero.

Toda la ciudad está llena de palacios diociochescos, construidos con piedra de Lecce embellecidos por el trabajo de los tallistas de la época que no escatimaron imaginación y un exquisito gusto por el arte.

Son muchas las cosas que se pueden admirar en Lecce. De momento vamos a quedarnos con la catedral de la Santa Cruz, un prodigio de arquitectura, un compendio de elementos que emborracha la mirada al pasearla por columnas salomónicas, balaustres, motivos florales, leones, águilas...

Y en medio de este espectáculo tallado en piedra, se desarrolló el 46 Festival Internacional de Cine Turístico donde se anunció que Lecce será sede permanente del mismo. El anuncio fue hecho por el nuevo presidente del festival, Antonio Primiceri y Antonio Conte, quién ha ostentado la presidencia hasta el pasado año. Refrendó la propuesta el Presidente de ITC, Comité Internacional de Coordinación de todos los Tourfilmfestivals, el croata Vokjo Plestina.

El acontecimiento reunió más de trescientas películas, siendo 120 las seleccionadas para presentarlas al público, algunas de ellas al aire libre, en diferentes lugares de la ciudad histórica de Salento. El público presente, italiano y representantes de diversos países del mundo, aplaudió la gran calidad de los Films mostrados, destacando el de Franco Zefirelli por la bella película “Homenaje a Roma”, así como la dedicada a Chopin, por el polaco Piotr Stavinski: “Fryderyuk 2010”. En ambas se puso de manifiesto la belleza de la ciudad de Roma, así como la nostálgica música de Chopin mientras se veían los lugares que vieron crecer al compositor. Ambos Films obtuvieron el primero y el segundo premio, respectivamente.

Además de otros muchos Films que también obtuvieron premios o distinciones, también fueron premiados aquellos que, en diferentes ámbitos, han contribuido a promocionar el turismo, móvil fundamental para la que se han concebido estos festivales, por La fuente de cultura que aportan para el gran público y por los importantes ingresos económico que suponen para los países del mediterráneo como son España e Italia. Por eso emergen con fuerza estos festivales donde se ponen de manifiesto el arte, la cultura, el paisaje, las tradiciones religiosas y populares, las diferentes formas de vida, en suma, de tantos lugares remotos que hacen que nazca el deseo imperioso de conocerse.

Países como Serbia, San Petesburgo, Croacia, Portugal, Polonia, Rumanía, Italia, Francia, Brasil y otros muchos destinos participan con entusiasmo, favoreciendo el intercambio y la amistad entre las personas que llegan de tantos lugares del mundo.