Hermosas playas de finísima arena abrazando a pueblecitos poblados de casas bellísimas e inmersas en una variada vegetación donde abundan olivos, cítricos, palmeras; y todo ello ubicado, tanto en espacios públicos como privados hacen de este rincón de Portugal un lugar apetecido para miles de extranjeros que han decidido fijar su residencia junto al atlántaico portugués. Si a todo ello añadimos los campos de golf que han crecido por todo su territorio, diríamos que nos encontramos en el paraíso con que todos hemos soñado alguna vez para pasar nuestros últimos años.
También el clima con sus buenas temperaturas es cómplice de todas estas bondades. Pueden visitarse localidades bellísimas como Vilamoura donde se puede ver un bonito mercado del pescado y un museo arqueológico e histórico donde va narrando las vicisitudes que tuvieron que pasar sus habitantes de épocas pasadas.
El Algarve, un lugar para disfrutar.
He pasado unos días en Vilamoura
