Qué sería de los pueblos: de sus monumentos, de sus piedras, de sus paisajes y sus mares, de sus ríos y montañas, de sus valles rosados, de sus desiertos rojos, de sus gentes, de sus vidas sin prisas. Qué sería de los pueblos sin sus gentes.
En Jordania, el hombre es su monumento más señero.
Talin. Los hombres jordanos son coquetos, sí. Tenías que verlos bailar frenéticamente bajo la luna, sobre la arena roja, de Wadi Run. Son coquetos cuando miran, cuando se mueven, cuando te hablan en árabe. Aunque no se les entienda. Son, además, guapísimos. Y lo saben.
Miraré a ver si encuentro alguna foto donde quede evidente la coquetería masculina jordana.
5 comentarios:
La gente marca el tiempo de las piedras.
¡Hala! Qué va, no sabía que también en Jordania... qué envidia sana jeje... Sería un viaje fantástico, qué ganas tengo yo de ir a algún lado :)
No te preocupes por el abandono de los blogs, está Luis igual y yo hasta hace una semana también tenía el mío olvidadísimo. Va por temporadas supongo.
Tengo ganas de volver por Zamora, a ver si puede ser antes de Nochebuena, aunque lo veo difícil.
Muchos besos! y preciosas fotos por cierto
Hay alguna mujer un tanto coqueta... como en todas partes.
De hombres coquetos, que también los hay, no he visto ninguna foto.
Talin. Los hombres jordanos son coquetos, sí. Tenías que verlos bailar frenéticamente bajo la luna, sobre la arena roja, de Wadi Run. Son coquetos cuando miran, cuando se mueven, cuando te hablan en árabe. Aunque no se les entienda. Son, además, guapísimos. Y lo saben.
Miraré a ver si encuentro alguna foto donde quede evidente la coquetería masculina jordana.
¡Ya tenemos aquí Jordania con esas hermosas palabras que les dedicas!
Gracias, Concha.
Un fuerte abrazo, sin prisas como la gente de allí.
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