Powered By Blogger

29 de octubre de 2006


De todo lo que he leído durante este fin de semana, me ha llamado la atención un artículo de Angeles Caso que titula "Honor a los traductores", donde habla de la callada labor que realiza este gremio, casi opaca, desapercibida para los lectores, pero sin embargo tan protagonista e importante, porque gracias a su trabajo hemos temblado de felicidad, hemos dado a nuestras vidas sentido al intentar entender "la omnipontencia de Jehová, la sabiduría de Platón, el rigor de la ley romana, la humana profundidad de Shakespeare, el espíritu libre de Voltaire, la luz vacilante de Goethe, el desasosiego de Kafka..."

Tomamos un libro entre las manos y casi nunca aparecen datos sobre el traductor del mismo, ninguna referencia que nos hable de sus conocimientos o de su experiencia. ¿Se repara en el nombre de la persona que se ha esforzado en verter a un idioma comprensible para nosotros todo el talento, la magia e inteligencia de un autor, sea éste filósofo, jurista, poeta, dramaturgo...? ¿Sentimos curiosidad por saber algo de sus vida, algo sobre sus esperanzas rotas ante tanta impotencia...?

Por desgracia, el trabajo de los traductores no está valorado, ni intelectual ni económicamente, aunque tengan que pasar noches enteras sin dormir para entregar sus encargos, solicitados sin consideración, con excesiva premura.

Existe una dictadura, casi malévola, por parte del autor (y del editor) que hacen opacos a los traductores, inexistentes a los ojos del lector. Y sin embargo, afirma Caso, "¿qué sería del mundo sin la labor de todas estas personas que a lo largo de los siglos han dedicado horas y horas a captar el soplo vital que palpita en cualquier texto?"

Reconozcamos su trabajo, paguémosle el esfuerzo al tiempo dedicado, correspondámosles para que afronten la vida con la dignidad que se merecen. Pongámosle una corona de laurel sobre la frente.

27 de octubre de 2006



¿Quién no tiene una joroba
y un gran saco de lágrimas...?
¿Y quién ha llorado ya bastante...?


Más sencilla...más sencilla...
Sin barroquismo...
Sin añadidos ni ornamentos...
Que se vean desnudos
los maderos...
Desnudos...
y decididamente rectos:
Los brazos en abrazo hacia la tierra..
el ástil disparándose a los cielos...

Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto...
este equilibrio humano
de los dos mandamientos.

León Felipe

y quién ha llorado ya bastante...?
que lo diga
que confiese su pena
y su naufragio.

que no busque palabras
para adornar sus versos
que se quede suspenso
bajo el cielo.

23 de octubre de 2006

Manos enlazadas


Hoy mi desayuno no ha sido un "desayuno con diamantes" sino con unas sencillas cuentas de rosario. Y me he quedado así, un poco sola, como la imagen de la Virgen de la Soledad.

Atentos el uno al otro, Carlos Sousa Almeida y yo. Él a lo que yo escribía, yo a la imagen que me enviaba, ha transcurrido un año de compartir el suelo ibérico mediante la observación y desde la distancia que nos separaba.

El proyecto era ese y lo hemos cumplido.

A lo largo de este año, sin verlas, mi amigo ha podido apreciar algunas de mis lágrimas como yo he intuído las suyas. Hemos intentado enjugarlas con palabras de consuelo. Hemos compartido la esperanza y la desesperanza, apoyando la cabeza en nuestros lejanos hombros. Hemos sufrido el desencanto que produce la incomprensión que atenaza cada día. Ha sido un año de escrutar la mirada desde lejos, de intentar estrechar las manos de nuestros pueblos.

Gracias también a ti, mi amigo, por tu comprensión y amistad. Hasta siempre.

Concha Pelayo Rapado.

21 de octubre de 2006




Que distante la esperanza
-como el viaje lejano-
que distante y distinta
la emoción,

se desgasta la nostalgia
de tanto atraerla,
como la música envuelta
de escucharla tanto.

16 de octubre de 2006

Toro y sus fiestas





Remedios, pócimas, dulces, caireles, caballos, asnos zamoranos, aperos de labranza, música, charangas, alegría y buen humor, fueron protagonistas a lo largo de este fin de semana en la vecina ciudad de Toro, una villa palaciega y antañona donde cada calle es historia y cada casa una epopeya amable.

La Fiesta de la Vendimia de Toro es un homenaje multitudinario a Baco, lagar amimbrado y almibarado a rebosar de uvas bruñidas o de "lagareada" amable de caricia al sol.

No ignora casi nadie que España entera, de norte a sur o de este a oeste, celebra sus fiestas con gran algarabía, pero todos han de saber que Toro es especialista, especializada, en conmemorar las suyas. La llamada "Corredera", una calle apreciable con un sólo golpe de vista, flanqueada por la Cúpula de la Colegiata de un lado y por La Torre del Reloj por otro, es protagonista del pueblo liso y llano que sonríe, ríe a carcajadas y se comunica sin problemas, porque éstos se han dejado en casa, bien encerrados entre los silentes muros de piedra.

Esta fiesta de la Vendimia, candidata a ser nominada de interés turístico internacional, ha concitado este año 58 carros desfilantes ante el embobamiento natural de los semblantes de las gentes.

La mañana dominguera de ayer, Toro fue ágora pública donde cada cual ofreció su discurso. Había que hacer un gran esfuerzo para dilucidar si una se encontraba en la ciudad castellana o en cualquier zoco de Fez o de Estambul, tan auténtico su mercado medieval, tan actores sus protagonistas, vendedores de toda suerte de artilugios.

Toro es ejemplo vivo de fiesta y productividad. El vino es su seña de identidad, sus gestores la panacea y el pueblo, único, singular, como lo es su ciudad.

www.porelcaminoverde.blogspot.com

7 de octubre de 2006




Tengo lo ojos cerrados, padre
y estoy mirando tu cara
y esos ojos tan hermosos
que al mirarlos,
cuando niña,
me asustaban.

Tengo los ojos cerrados, padre,
y estoy mirando tu manos,
que se agitan,
que solicitan,
lánguidamente,
caricias.

Huyeron padre, de tí,
tu energía,
tu gran personalidad,
tu simpatía,
tu carisma sin igual,
tu hidalguía...

Tengo los ojos cerrados, padre
y no puedo decirte, padre,
ni siquiera demostrarte,
que yo te he querido, padre,
que te quiero.

Se me pasó el 5, día de tu cumpleaños.

"In memoriam"

3 de octubre de 2006


Escucha...
Escucha ese ruido de alas rotas.
¿De dónde viene ese ruido...?
¡Oh, el hombre, el hombre!
Y esa mirada de candor y de suplica...
¿de dónde viene esa mirada...?
¡Oh, el hombre, el hombre..!
Y ¿ese grito?
¿No es el grito de la inocencia asesinada?
(...)
¿Cómo se abre ese cepo?
¿Cuál es su mecanismo?
¡Trampas, trampas, trampas!
Y el carcelero y el juez
hablando de la Libertad.
Pero...¿quién es el carcelero,
cómo se llama el juez
y qué es la libertad?
Y las canciones infantiles...
el sueño de las vírgenes...
la voz del adolescente...
¿por qué las estrangulan...?

León Felipe
Poeta de Tábara(Zamora)

Y quiénes me estrangulan a mí
los gritos,
esos gritos silenciosos...

sordo el mundo,
sorda la tierra
el horizonte sordo
sordo el que oye y no escucha.

SORDOS.