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10 de septiembre de 2006



Si ya la sensación no es alegría
sino dolor que desfigura el rostro,
no sólo el alma que va de vacío.
Es cuando el pensamiento se hace canto.
Y si no hay sueño ¿qué va a haber ahora?.
Si yo supiera lo que nunca es mío...
Y cómo luce cualquier cosa, y cómo
se oscurece y apaga,
casi desaparece
y se vuelve a encender en plaza y vena,
tan cercana y remota al mismo tiempo...
..............................................................(...)

Claudio Rodríguez. Sus últimos versos.

...y cómo no sentir, mi amigo
ese dolor
sin humos ni semilla
sin vástagos
sin casa y sin hermanos
sin madre y sin ciudad.

...porque después del sueño
qué va a haber ahora
si te envuelve el silencio
el cielo sin aurora.
Todo se apaga y se oscurece.
Todo fluye y se escapa.

9 de septiembre de 2006




Váysos amores
de aqueste lugar,
tristes de mis ojos
¿y cuándo os verán?

Yo me era niña
de bonito aseo,
y pusiera en vos
mi amor el primero,
y agora que os quiero
queréisme dejar,
tristres de mis ojos
¿y cuándo os verán?

Aún bien no sabía
de amor la aflicción,
cuando descuidada
os dí el corazón;
y agora que os quiero
me queréis dejar,
tristes de mis ojos
¿y cuándo os verán?


Cancionero Anónimo
Poesía española del Siglo de Oro.

6 de septiembre de 2006





No sé si este verano va a acabar alguna vez pero mientras no ocurra lo seguiremos disfrutando. Por mi parte, le sigo como fiel amante y me dejo querer, ya sea martirizando mis pies sobre este "malpaís" que dicen en la Isla de Fuerteventura al referirse a su suelo, por donde sólo transitan las cabras o alguien como yo pisoteando los cortantes fragmentos de pizarra, o dejándome acariciar por estas aguas benditas, que sin haber sido bendecidas por ritual eclesial, han sido besadas por la Madre Naturaleza.

Zambullirse en este plateado embalse cuando nada turba el silencio, y los pececillos, como pulgas, rodean el cuerpo, es como tocar el cielo del Olimpo bajo sinfonía de dioses.

Así siento yo los estertores del verano, del calor, de la placidez infinita que me proporcionan los lugares de mi infancia, en el Embalse de Ricobayo (Zamora).

3 de septiembre de 2006


Invierno
o lobos en una estación seca
Germinamos por todas partes
Amando la lluvia,
Adorando el otoño.
Un día incluso pensamos en mandar
Una carta de agradecimiento al cielo
Y en lugar de un sello
Pegarle
Una hoja de otoño.
Creíamos que las montañas se desvanecerían,
Los mares se desvanecerían,
Las civilizaciones se desvanecerían
Pero permanecería el amor.De pronto nos separamos:
A ella le gustan los grandes sofás
Y a mí me gustan los grandes barcos,
A ella le gusta susurrar y suspirar en los cafés
Y a mí me gusta saltar y gritar en las calles.
A pesar de todo
Mis brazos se abren al universo
Esperándola.

Muhammad Al Magut

2 de septiembre de 2006



Plateada por el rubio sol,
Zamora calla:
Al susurro del viento
al eco antañón del poema de Claudio,
poeta de vino y taberna,
poeta del Duero
poeta huérfano
de casas y de hermanas.

Poeta de agua y hojas:
Hojas aventadas
sobre el agua mansa.

Hoy, Zamora se miraba
y la miraba.
Mi vieja Zamora,
mi tierna y dulce Zamora
que acarician mis ojos
y mis días.

Espejos del alma
espejos de sombras.

Espejos doloridos.

1 de septiembre de 2006

The Rosa Damascena
Óleo de Fateh Mudarres

El final del verano es como un tubo de crema acabado. Lo creemos vacío pero apretamos una y otra vez y siempre sale algo. Son los últimos estertores. Así los días últimos del estío. Pensamos en recoger, en guardar, y el calor nos vence a cada instante.

El otoño está ahí, esperando, cambinte la música y el paisaje. A mí me atrae la música árabe como me atraen los países que la generan.

Vuelve la nostalgia del pasado reciente. Vuelven estas ansias de remontar el vuelo. VOLAR lejos, allá, donde el misterio es filosofía de vida, allí, donde nada cambia ni se transforma. De ahí su misterio.