




Reza un refrán castellano: "algo tendrá el agua cuando la bendicen".
Galicia tiene ese "algo" indefinible que despierta el deseo de volver. Remembrar, evocar, sentir.
En esta ocasión ha sido Pontevedra, sus Rías Bajas, pero hubiera sido Lugo, Coruña u Orense, porque a toda esa tierra la envuelve la misma magia, la misma brisa atlántica que templa el espíritu. Galicia flota sobre las cosas y sobre los hombres hasta transformar sus sentimientos.
No sé si justificado o no, ni siquiera sé si se dice con reticencia aquéllo de que "el gallego no se sabe nunca si va o viene" . Lo cierto es que el gallego recibe, abarca al foráneo con sus brazos y con su inteligencia y le hace participar de su juego satírico y contagioso.
Somos lo que somos por lo que sentimos y hoy me siento un poquito gallega.
5 comentarios:
Mis padres creo que se van a un balneario por Zamora!! Lo conoces?
Galicia bonita, aunque muy lejos de MAdrid... :(
Bela, belíssima Galiza!
Bom fim-de-semana.
Galicia, hermosos lugares.
Saludos.
Bela GALICIA!!! me encanta tu blog
un béso Conha
Ahh que bonito, habra que ir por alla.
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