Nada muere si todo se recuerda. Y el Duero al igual que qualquier mero torrente de aguas...será recordado y visto. Quizá por una sola persona, pero con...miles de historias.
Un beso, bellas preguntas. Espero verte pronto por mi blog. Será bien recibida tu visita.
La luz del ocaso se diluye en la noche, para hacerse luna y reflejarse en el Río e iluminar los rincones para que tu los veas,límpios, todas las mañanas.
Tiene razón Lara en lo del Duero, en Zamora nos identificamos mucho por el río, tal vez porque a todos los zamoranos nos apetece alguna vez huir con sus aguas hacia la mar para no volver y dejar la triste realidad de nuestra tierra.
Te conocí en el blog de Santiago y te estoy visitando por primera vez. ¡Me has atrapado! ¡Que belleza, como escribes y las imágenes que pones! Me he quedado muy conmovida por lo de tu abuelita. Cuanta ternura, fuerza y vida. Trataré de volver, este es un lugar muy acogedor y abrigado para mi corazón. Un beso.
Río Duero, río Duero... Cuando lo ví por primera vez, supe lo que era un río. Yo estaba acostumbrada a llamar así a cosas mucho más pequeñas, y me impresionó. Lo ví en Soria, y me quedé anclada en su curva de ballesta. Majestuoso...
La luz del ocaso... creo que se marcha cada tarde a posarse en el fondo de unos ojos y transformarse en amanecer compartido, o a cabalgar las nubes del alba... quién sabe, pero es la luz más bella del día.
Yo me quedo con mis recuerdos. Creo haber descubierto a un negrillo. Las negrilleras eran como un paraíso en el que de niños nos refugiábamos 'entremediodía' cuando nos escapábamos de casa, si podíamos, para bañarnos en las pozas y secarnos en esas arboledas. En esas pozas y negrilleras, 'entremediodía', descubriamos el sexo por métodos poco educativos. Y mal descubierto. Bien, pues esos negrillos, parece ser que han vuelto a nacer. Los daban por desaparecidos... Y yo me alegro
10 comentarios:
Nada muere si todo se recuerda. Y el Duero al igual que qualquier mero torrente de aguas...será recordado y visto. Quizá por una sola persona, pero con...miles de historias.
Un beso, bellas preguntas. Espero verte pronto por mi blog. Será bien recibida tu visita.
** MARÍA **
La luz del ocaso se diluye en la noche, para hacerse luna y reflejarse en el Río e iluminar los rincones para que tu los veas,límpios, todas las mañanas.
El Duero, ese fiel compañero de viaje que los zamoranos llevamos allá donde vayamos. Ese fiel compañero de vivencias y recuerdos.
Ya no queda nada para Semana Santa. Oír el Pregón hoy en Madrid me ha dejado con la miel en los labios.
Besos
Tiene razón Lara en lo del Duero, en Zamora nos identificamos mucho por el río, tal vez porque a todos los zamoranos nos apetece alguna vez huir con sus aguas hacia la mar para no volver y dejar la triste realidad de nuestra tierra.
¡Hermosas fotos!
Lara y Luís:
Me alegra infinitamente que os llegue el rumor del agua del Duero, como me llega y me acompaña a mi, cada día.
Así estaban ayer, al ocaso, sus orillas.
Lara, dichosa tú que ya oíste el primer pregón. Yo, ayer asistí a un concierto del Pórtico Musical.
Grupo: ENSEMBLE- Pierre Robert-
En San Cipriano.
¡MEMORABLE!
Hasta muy breve.
Besos a los dos.
Te conocí en el blog de Santiago y te estoy visitando por primera vez.
¡Me has atrapado! ¡Que belleza, como escribes y las imágenes que pones!
Me he quedado muy conmovida por lo de tu abuelita. Cuanta ternura, fuerza y vida.
Trataré de volver, este es un lugar muy acogedor y abrigado para mi corazón. Un beso.
Río Duero, río Duero...
Cuando lo ví por primera vez, supe lo que era un río. Yo estaba acostumbrada a llamar así a cosas mucho más pequeñas, y me impresionó. Lo ví en Soria, y me quedé anclada en su curva de ballesta.
Majestuoso...
La luz del ocaso... creo que se marcha cada tarde a posarse en el fondo de unos ojos y transformarse en amanecer compartido, o a cabalgar las nubes del alba... quién sabe, pero es la luz más bella del día.
Un beso.
Yo me quedo con mis recuerdos. Creo haber descubierto a un negrillo. Las negrilleras eran como un paraíso en el que de niños nos refugiábamos 'entremediodía' cuando nos escapábamos de casa, si podíamos, para bañarnos en las pozas y secarnos en esas arboledas. En esas pozas y negrilleras, 'entremediodía', descubriamos el sexo por métodos poco educativos. Y mal descubierto. Bien, pues esos negrillos, parece ser que han vuelto a nacer. Los daban por desaparecidos... Y yo me alegro
Todo esto en el verano, claro
pára nos teus olhos
a luz do ocaso.
e vem até mim
a luz da tua voz...
de rio.
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