Las campanas de la Cristiandad han cantado la Resurrección del Señor y todavía, en Bercianos de Aliste, resuenan estremecidas las voces femeninas que en la tarde de Viernes Santo velaban a Jesús Yacente.
No es fácil olvidar lo que se vive esa tarde en esta localidad alistana donde parece se haya detenido el tiempo. Allí, la ceremonia del Descendimiento o del Desclavamiento sigue con la misma liturgia y parafernalia desde hace más de setecientos años, tal vez más. Allí, los cofrades siguen vistiendo con la misma mortaja, impecablemente blanca, que llevarán el día de su muerte. Blanco riguroso de pies a cabeza. Un blanco que cobra tintes fantasmagóricos bajo un cielo encapotado, en ocasiones rabiosamente azul.
Junto a la iglesia, bellamente engalanada en su interior, dispuestos en fila: el Crucificado al que desclavarán, primero un brazo, después el otro, el cuerpo ... y en el centro su madre, la Virgen, una imagen patética, ruda, tosca, cuya belleza se le supone, tan íntimamente la esconde. Sus lágrimas han cobrado fuerza en el rostro y se muestran como extrañas protuberancias de libre denominación. Y en último término el catafalco o urna, de madera y cristal. Tres elementos en medio del paisaje primaveral, tres elementos a los que se dirigen todas las miradas. Nadie va a perderse el ceremonial.
Y se oirá la voz del predicador subido en un estrado: "Quítese el letrero, la corona, los clavos de las manos..." y la imagen es recogida con sumo cuidado por los cofrades de la Santa Cruz que colocan el cuerpo de Cristo cubierto en el féretro transparente.
El cortejo, al completo, inicia la marcha hacia el calvario de piedra, donde los cofrades dan tres vueltas a las tres cruces de piedra para ganar la "indulgencia", rezan cinco padrenuestros a las cinco llagas del Señor para retornar, después, al templo.
Todo se ha consumado. La fe mueve montañas, la fe de los creyentes inamovible, y las conciencias de los que, atraídos por el espectáculo se acercan al lugar con la indiferencia del excepticismo, no sabrán qué decir ni qué pensar. Sentirán, simplemente.
16 comentarios:
Hola Conchita. Mi padre me comentó que tenías un blog (luego he comprobado que se quedó corto en cuanto al número), y me ha hecho ilusión descubrirlos.
Sólo quería dejar constancia de este seguimiento mío de ahora en adelante; trataré de leer las entradas antiguas, también.
Me gustó especialmente el homenaje a la abuela Tomasa (con un "bi" delante en mi caso), de la que guardo un recuerdo en el que sólo cabe la admiración; no tanto la mía (que también, pero era muy pequeño) como la que se lee en los ojos de quienes, como tú misma o mi padre, habláis alguna vez de ella.
Espero poder ir a Ricobayo este verano y reencontrarnos todos; sobre todo yo, que no me prodigo.
Un beso, Conchita.
Hola David. No sabes la alegría que me ha dado tu comentario y todo lo que me dices, pero he querido dejarte otro y no puedo. Todavía no lo tienes activo.
Hace muchísimo que no te veo aunque sé por todos que estás muy bien, incluso que tienes novia. No sabes lo que me alegra. Me gustaría contactar contigo aunque sólo sea de este modo. Si no te importa, déjame el correo de Silvia para escribirle. Me apetece saber de ella y que me cuente sus andanzas por Canadá.
¿Cómo va tu arquitectura?
Abre tu blog y escribe. Seguro que tendrás mucho que decir. Nos veremos en Ricobayo este verano, si no vienes antes.
Un besazo muy fuerte.
Conchita.
Felices Pascuas.
Leyendo tu relato y viendo las fotos que nos pones, es casi como haber ido a Bercianos.
De la semana santa, y con todos mis respetos, sigo sin entender las pasiones que levanta, incluso entre gente que no son practicantes. Supongo que será el carácter austero e íntimo que le dan los cofrades. Excepto en la del viernes, en Zamora, que imposible más derroche de tontería.
Jajaja. Te he dejado un post (¿Se dice asi?) en otro blog.
Hola Concha. No sé muy bien por donde empezar... Siento que no pudiéramos vernos el Jueves, aún así lo intentamos a la salida, pues vimos (Luis y yo) el Miserere abajo en la plaza. Saludamos a mis padres y sus amigos al salir, y estuvimos esperando para veros también a vosotros. Incluso Luis te llamó por teléfono, pero imagino que con el jaleo fue imposible coincidir. La Semana Santa es excepcional para todo, incluso en lo malo como el no parar ni un segundo.
Gracias por transportarnos (aquí y en El Duero que me lleva) a Bercianos en Viernes Santo... Y por tus palabras sobre mis padres (especialmente mi madre). Me han encantado. Yo, como se puede intuir, siento una gran admiración por ellos. Y lo del blog de la candidatura, es por dar más apoyo, que todo es poco.
Me atrevo a contestar a "Angelusa" sobre lo del Viernes Santo, con las palabras de Luis Pablos Florez en la revista "Zamora cofrade" de 2007: "No consiento que nadie menosprecie y falte a una cofradía como la de Jesús Nazareno-Vulgo Congregación, de la que no soy hermano, pero que vivo desde la acera con emociones y sentimientos en las madrugadas de cada Viernes Santo. Los hermanos que desfilan, en su gran mayoría, viven y sienten esa Cofradía que ha logrado cotas de alto número de hermanos a través de los últimos años." (...) Esto venía a raíz de una pregunta "Oiga, ¿me puede decir cuándo sale la procesión de los borrachos? Acabamos de llegar a Zamora y nos han hablado muy bien de ella, que la gente se lo pasa muy bien". A lo que contestó: "Estás equivocado. En Zamora no existe esa procesión que dices. De todas formas, los borrachos son los que vienen de fuera". Está claro que siempre hay algunos que destacan por lo negativo, pero sí que la mayoría de los cofrades se lo toman muy en serio, como en todas las cofradías zamoranas. (No te tomes a mal esta respuesta, es que he venido leyendo hoy en el viaje de regreso la revista y me lo has recordado) ;)
Un beso (añorando ya Zamora)
entranhados em mim
profunda.mente
estes rostos
estes
sentires...
beijO
Nada, Llara, no me tomo a mal nunca una opinión ajena. Del mismo modo que yo tengo las mías, los demás tiene derecho a tener las suyas. Te explico brevemente (no a modo de justificación, ojo) que la primera vez que he visto en mi vida una procesióin en Zamora, fue la del viernes. Y no puedo en absoluto asociar el desfile de más de 2.500 cofrades perfectamente enfundados en sus túnicas negras, rigurosas, auseteras, penitentes, ínitimas, con la simultaneidad de las fuerzas políticas, religiosas, militares y sociales, donde la ostentación (a lo que llamé tontería y que sin duda fue lo que te ofendió) contrastaba con el carácter, repito, íntimo y austero de quienes realmente son los protagonistas de la semana santa: los cofrades.
Como no quiero enzarzarme en una dicusión sobre el tema, te diré que ya he hablado esto con más gente y me dicen que esta procesión nada tiene que ver con el resto de las que hay en la capital. Por tanto entiende que no generalizo y que es sólo una opinión subjetiva sobre la única procesión que he visto en mi vida en la capital.
Vayan por delante mis respetos a los fieles y devotos, entre los que no me encuentro y no por ello menosprecio, sino todo lo contrario.
Pasa buen día:-)
Lara, salgo para Madrid en estos momentos. Mañana escribiré sobre tu comentario. Lo merece.
Tiene buena pinta, debe ser dificil estar alli y al menos no "sentir" algo...
Vim espreitar as tuas imagens, amiga, sabes que não sou católica nem cristã, mas admiro a fé dos outros. E admiro principalmente a forma como descreves a cerimónia/encenação. Besos
"Angelusa", gracias a tu explicación he comprendido que estábamos hablando del "Santo Entierro" y no de la popularmente conocida como de "las 5 de la mañana" (Vulgo Congregación) a la que yo me refería. Así que estamos ante dos cosas criticables, eso sí, de diferente modo. La del Santo Entierro es tal y como la describes, parece una procesión hecha para que se luzcan las autoridades. Y la de "las 5" es otra en la que va algún que otro cofrade haciendo el gamberro.
A mi también me molestó eso que dices, pues llevaba años sin poder ver el Santo Entierro (y creo que incluso ya me había olvidado de ello). Es una de las procesiones más antiguas de Zamora, y creo que podría tener cierta (ojo, sólo cierta) justificación pues en el Santo Entierro de Cristo se intenta conjugar a cofrades (zamoranos en general), autoridades politicas (representación de los ciudadanos, nos guste o no), autoridades religiosas (también representación de los cristianos), autoridades militares (custodiando los pasos, imagino que para darle solemnidad) y autoridades de las diferentes cofradías (a modo de que se vean representados el resto de cofrades zamoranos). El mundo institucional puede gustarnos más o menos, yo precisamente no es que lo defienda, y menos en Zamora que son todos unos caciques, pero lo comprendo. Aunque claro, haría cambios (por ejemplo en vez de ir los jefes de las cofradías vestidos de calle, que saliera algún hermano al azar vestido de penitente, representando a cada cofradía... En fin, muchas cosas en Zamora a cambiar, sin duda.
Saludos (ya ves que ni siquiera hablábamos de lo mismo, jeje)
Anatema,
me gusta demas de vuestras tradiciones.
Yo acompañé un poco vuestra semana santa del cual me gustó mucho.
Que fotos guapas !
Beso
Pero, bueno, ¿qué pasa aquí?
Me alejo unas cuantas horas y encuentro mi blog convertido en un foro de opinión.
Calma muchachas: Angelusa y Lara. Las dos tenéis un poco de razón en todo. La Semana Santa de ZAMORA, querámoslo, o no, es algo especial, lo hemos dicho, y la vive de la misma forma un creyente como un ateo. En el fondo es un gran espectáculo de una belleza singular. Hay momentos en los que, pese a no pisar las iglesias, -valga la frase- la gente se emociona al ver transitar esos pasos majestuosos por esas calles tan angostas, calles árabes o judías (que no han cambiado desde que estuvieron asentados allí nuestros antepasados)y eso imprime, además, cierto carácter a los desfiles. La noche (o el día) el silencio, la música...esas bandas de música que a mí me vuelven loca,el respeto, (incluso en esa procesión mal llamada de los borrachos, que es la que nos ocupa). Ni siquiera en esa procesión se vislumbran comportamientos fuera de lugar (alguno muy puntual). Por eso entiendo a Lara y comprendo que se sienta un poco ofendida, pero Angelusa es elegante y entiende perfectamente.
Y a ti, Lara, te honra la opinión que te merece la procesión del viernes, el Santo Entierro, en la que también detestas esa exhibición de autoridades vestidas de LOEWE o de ADOLFO DOMÍNGUEZ, por ejemplo, de esa farsa y parafernalia institucional pavoneándose por las calles ante miles de personas. Vergüenza me da a mí también. Y te honra mucho más por ser hija de quién eres. Por eso me fui a Bercianos de Aliste, donde los famosos modistos brillan por su ausencia. Sólo la lana y el lienzo curado de Aliste. Y basta con eso para transmitir eso que en Zamora, precisamente, el Viernes SANTO, está tan lejos de transmitir.
Que haya calma y paz.
Un beso a las dos.
Tendré que intentar para otro año lo de experimentar la Semana Santa de Bercianos. Aunque bueno, esa tarde de Viernes Santo acompañé a mi abuela a ver el Santo Entierro, y también fue entrañable. ¡Menudo punto de encuentro este blog! No te parezca mal que debatamos, es un debate sano, lo prometo. Jeje.
Besos
No he estado nunca en la semana santa de Zamora. No he estado nunca en la semana santa de Bercianos. No he estado nunca en casi ninguna semana santa.
Respeto profundamente a quien la disfrute y a quien le guste, a quien se conmueva y a quien se sienta identificado con ella, ya sea por gustos, tradición o costumbre.
Pero... espero que de la misma forma se me respete a mí cuando digo que, a mi entender, es una manifestación obsoleta de una religión obsoleta en la que la autoflagelación forma parte de un entramado siniestro. El miedo.
Siempre el miedo como estandarte para conseguir una fe ciega.
Pero, repito, es mi opinión única y exclusivamente, pareciéndome muy bien que cada quien tenga la suya.
Pero... que no intente convencerme al igual que yo no pretendo convencer a nadie.
Un abrazo, Anatema.
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