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15 de mayo de 2006

"las dos orillas"



CONVERSACIÓN CON DON ANTONIO MELÉNDEZ
Comisario de la Exposición “LAS DOS ORILLAS”



Será el próximo día 19 de este mismo mes de mayo, exactamente un día antes de que se conmemore el V Centenario de la muerte del navegante más legendario de todos los tiempos, cuando el reloj marque las 18 horas y en la Iglesia del Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila comenzarán a sonar los primeros acordes del Réquiem de Mozart, “un canto y una oración por un difunto, porque eso es lo que se conmemora, el quinto centenario de la muerte de Cristóbal Colón”.

El Réquiem servirá como pórtico para inaugurar “LAS DOS ORILLAS” esa Magna exposición concebida por el Ayuntamiento de Ávila, siendo su principal artífice el Comisario de la misma, don Antonio Meléndez.


Y fue precisamente el alcalde de Ávila quién se dirigió a don Antonio Meléndez para pedirle que fuera el encargado de montar y organizar la muestra, dada su experiencia y su buen hacer en las pasadas ediciones de LAS EDADES DEL HOMBRE, que con tanto acierto tuvieron lugar en la Comunidad de Castilla y León. La figura de Antonio Meléndez fue fundamental en aquella gesta y su nombre, garantía de éxito. Sin duda, el mejor referente que nos demostrará, una vez más, su sensibilidad para unir a dos pueblos hermanos separados por miles de kilómetros pero afines en lengua y cultura. Esas “dos orillas” nunca estarán tan unidas.

Las razones para que una exposición de esta calado se desarrolle en Ávila, según su comisario, “fue que el arquitecto Martín de Solórzano, tan solo un año después del Descubrimiento de América diseñó la fachada de la iglesia monástica en forma de “H”, la “h” de la HISPANIDAD, y porque en él los Reyes Católicos enterraron a su hijo Juan, su Príncipe Heredero. Y Colón fue lo que fue gracias a los Reyes Católicos. Además ese monasterio fue construido para que viviera en él una comunidad de frailes dominicos, saliendo de allí, entre otros Pedro de Córdoba y Antonio Montesinos, considerado este último como piedra fundamental de los futuros derechos humanos. Por último, lo que se pretende decir en Ávila, bajo el título de “Las dos orillas” es que el Descubrimiento fue un encuentro enriquecedor entre culturas: la tan hecha y madura del viejo mundo europeo u occidental y ese sin fin de pequeñas, pero incluso milenarias y riquísimas culturas de pequeñas sociedades o pueblos que nos aportaron cosas tan interesantes como los productos que enriquecieron nuestra cocina y gastronomía, pero también nos ayudaron a comprender la vida, la naturaleza y el tiempo de formas distintas”.

El trabajo de Antonio Meléndez ha sido desarrollado con entera libertad. Aunque tenía otros proyectos, incluso proposiciones del extranjero y se planteaba su futuro, cuando surge esta propuesta, trabajaba en la remodelación del Museo de Arte Antiguo de Sigüenza, ya concluido y del que es, en la actualidad, su director. “En los dos casos, eran amigos quienes me ofrecían trabajo. Imagino que el Alcalde de Ávila, no sólo tendría en cuenta mi experiencia en “Las Edades”, sino también mis conocimientos sobre América”.

Sobre las coincidencias o paralelismos entre lo que fueron “Las Edades del Hombre” y “Las dos orillas” afirma que “como todo, tienen afinidades y diferencias. Ésta es una exposición que cuenta un relato bajo el título “Las dos orillas” y eso fue lo que dijo ocho veces en “Las Edades”. Sin embargo, esta exposición de Ávila tiene un carácter eminentemente cultural y, si se quiere, civil. Para nada es exclusiva y marcadamente religiosa, como me pasaba con “Las Edades del Hombre”.

Tal vez, uno de los trabajos arduos haya sido la selección de las piezas. Al respecto, el comisario manifiesta: “que lo típico de una exposición de donde se parte de los conocimientos y eligiendo lo mejor de lo mejor, para que, a posteriori, se imponga la realidad y se acabe mostrando lo mejor de lo posible. Hay que destacar, que la Exposición no tiene necesidad de salir de las fronteras españolas, aunque, en mi opinión, acabe siendo una extraordinaria y excepcional muestra. Las piezas proceden de los grandes museos estatales, los archivos de Simancas e Indias, la propia Diócesis de Ávila y otras sorpresas, como dos pequeños museos absolutamente desconocidos o piezas que no han sido mostradas nunca, o ese inesperado de cuatro tallas de Martínez Montañés, que fueron esculpidas para Lima y que, curiosamente, han vuelto a España y son como un viaje de ida y vuelta entre “las dos orillas”. Con todo, aunque muchas de las piezas son de carácter religioso hay otras muchas que no lo son.

Las pretensiones de este proyecto u objetivo de esta exposición”: es un marcado encuentro intercultural. De hecho la muestra se desarrolla en cinco capítulos. El primero es la presentación de Colón en la sociedad de los Reyes Católicos, con sus sueños de abrir un camino rápido al Extremo Oriento para fomentar el comercio y el viaje.. El segundo, el tercero, el cuarto y el quinto son el propio contenido del viaje. De la mano de Colón, por tanto, encontrarse con una tierra tan distinta, con sus hombres y mujeres, con su convivencia y fiestas, con sus afanes y con sus creencias religiosas. Esa es la exposición, con dos poderosos capítulos (el primero y el quinto) muy ricos en arte y obras de extraordinaria calidad formal; y los otros tres, con un carácter más antropológico y etnográfico”.

Para concluir, para don Antonio Meléndez afirma que esta muestra “al ser una única exposición, cree, no tendrá carácter de continuidad”. Se diferencia de las Edades del Hombre en que aquél fue un trabajo encargado por la Iglesia para hacerla presente en el mundo del arte y de la cultura. Los trabajadores del Evangelio lo hacemos por el Reino. Claro que, como en cualquier actividad de la vida, experimenté satisfacciones y amarguras. Todavía ha transcurrido muy poquito tiempo para que las manifieste. Voy escribiendo poco a poco y, algún día, espero, podrán ser publicadas.

3 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Disfruté de la orilla material. De la otra, ya veremos.

mixtu dijo...

excelente post e bonito tributo ao navegador, Ávila és muy bonita,
besitos ed portugal

Choninha dijo...

Então Anatema para quando a volta? Tenho saudades do que escreves e das tuas maravilhosas fotografias. Vou matando as saudades no blog Ibérico. Sabes que o meu chefe também expôs nessa exposição colectiva em Bragança onde expôs o AA e a Graça Morais?

Beijo amigo.