Veintisiete fotografías son las que ilustran "Huellas de Emoción" y otros tantos textos para dar argumento a lo que significa la Semana Santa para muchos zamoranos.
Nombres como Carlos Amigo, Cardenal Arzobispo de Sevilla, Andrés Vázquez, torero, Jesús López Cobos, el toresano más universasl, Javier Gómez de Liaño, el Juez que se sintío injuriado, la soparano Teresa Berganza , la actriz Nati Mistral, la que recita con la voz más profunda, Quintín Aldea, Académico de la Real Academia de la Historia, el escritor Jesús Ferrero. el poeta Jesús Hilario Tundidor, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, los periodistas José Luís Pécker gran conocedor de todos los imagineros españoles y muy concretamente de los zamoranos o Antonio Casado, el empresario Augusto Alonso de Auditorium Hoteles, Luciano García Lorenzo, director durante tantos años del festival delTeatro Clásico de Almagro, el campeón del mundo de motociclismo Angel Nieto y, cómo no, el alcalde de la ciudad Antonio Vázquez y el nuevo obispo don Gregorio Martínez Sacristán entre otros, han dejado plasmadas en esta obra sus sentimientos más arraigados y sus emociones más profundas lo que justifica perfectamente el título de este libro, porque dejar huella es el verdadero afán del hombre y en ello encuentra su premio y su castigo.
Como coordinadora y directora de este trabajo he de decir que ha sido para mí un auténtico placer y un privilegio ir descubriendo, una a una, todas esas huellas, todas esas emociones, que se han venido a sumar a las mías propias y que os dejo aquí:
Y a mí, quién va a sosegarme tras estas emocionantes huellas de los que me preceden...?
Aquií se han revolucionado los recuerdos, la fe, la esperanza, la añoranza, la pasión por lo de uno, por lo que fue y permanece pese a los avatares de cada cual, pese a la lejanía y circunstancias. Todo se ha revolucionado muy adentro y el nudo estrangula y se hace más tenso e inverosímil para que resista a la fuerza de tanta belleza, para que se rindan los ojos o las rodillas ante tanto dolor, ante tanta plegaria, ante tanto afán.
Las imágenes conviven en el recuerdo como el beso o como el pecho de la madre que nos guía y protege. Ambos nos alimentan de por vida y a ellos recurre nuestra memoria como el amante fiel recurre a la suya a cada instante, para evocar a su amada.
Semana Santa: siete dís con sus siete tardes y sus siete noches, con sus siete alboradas con niebla y frío, con sol y con lluvia, con lágrimas que escapan y resbalan por las mejillas, unas veces por el frío, otras por la emoción. Siete días como esas Siete Palabras que encierran la Gran Verdad sobre la Pasión del Señor. Todos en manos de todos y todos solos.
Huellas de emoción, huellas de cirios derretidos en el suelo, huellas de pies descalzos, huellas de aromas añejos que aparecen con la brisa, al doblar cualquier esquina. Huellas que se esculpen en las aguas del Duero y tiemblan al gemir las campanas de la Catedral. Huellas de abrazos entre amigos, de gritos y de susurros. De cánticos y de risas. Huellas, huellas, huellas.
Zamora, en Semana Santa, es el nexo espiritual. La ansiada meca occidental a la que hay que acudir puntual para, sentir lo más íntimo y lo más descarnado. Unos evocarán a los santos de sus pueblos, a las ancianas arrodilladas, encorvadas sobre sí mismas. Otros sentirán estremecidos el estruendoso crujir de la carraca a su espalda. O el tristísimo tañer de campanas allá, en lo más alto de la espadañaa...O vivirán el luto obligado de la época sin música, sin ruido, sin alegría: había muerto el Hijo de Dios y el luto obligaba a bajar los ojos y a cerrar el alma. Unos y otros, cada cual con sus recuerdos, cada cual con sus vidas. Todos unidos sintiendo la misma emoción.
Ha cambiado la historia de nuestros días. Los zamoranos saben callar y temblar, saben que su Semana Santa es el patrimonio más vital que han heredado de sus mayores y lo viven con intensidad para hacerlo vivir a los que, todavía llevan de la mano.
Concha Pelayo.
14 comentarios:
En Sevilla, la pascoa eres especial.
Buena Semana Santa.
(perdon por el castellano)
:=)***
¡Y yo he tenido el privilegio de tener el libro en mis manos antes de ser presentado en sociedad! Por cierto, precioso.
Concha, que si no has solucionaod lo que me decías antes en mi cuaderno, mañana te llamo y te voy diciendo. Un beisto.
que bonito...
imagens tan fuertes... bonitas...
buena pascua,
beijinhos
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Saludo
Hola Concha. Muchas gracias por la dedicatoria del post ;) Vengo de disfrutar de un magnífico Domingo de Ramos, soleado y con las palmas y el laurel de los niños (y mayores) llenando la ciudad. He regresado a esos años de niñez recordando con mis primos cómo desfilábamos juntos, y jugando con sus hijos (de punta en blanco todos) tras la procesión, casi como una cría más.
La referencia al libro la vi en "la hoja parroquial", comunmente conocida como La Opinión de Zamora... Y sólo le hacen justicia tus palabras. Ya me he encargado de 'agobiar' a mi madre por teléfono para que pida el libro a quien convenga, que me apetece mucho tenerlo.
Con respecto al Jueves, quizá sea difícil lo de la cena. Como en el Yacente salen mi padre y mi hermano, la cena con ellos en casa de mis abuelos es casi un ritual (pero nunca se sabe, el año pasado mi madre ya quería que hubiésemos ido a la cena "institucional").
Un beso desde los albores del Lunes Santo...
¡Ah, este debe ser el libro que me comentaste! Ya veo, gente de altura
Talin. Gente de altura. Y de bajura. La miseria humana no hace distingos. Y ya sabes, hasta los monarcas y papas hicieron (hacen) de las suyas.
ai esses lugares das lágrimas...como os reconheço e como me agrada revê-los.
gracias...besO
Bueno, pero yo, 'pobre comedor de manzanas, (que decía el poeta) no le conozco las bajuras a esos 'monarkas'. Aunque me las puedo novelar. Pero eso sería otra cosa... En cualquier caso, yo sé la ilusión con que se hacen esos libros... con otros asuntos, claro... Y por lo tanto, comprendo tu alegría y satisfacción
Bueno... por fin se desvela el tema del libro de la presentación. Enhora buena de nuevo.
La Semana Santa... me trae recuerdos de días en los que en la tele daban "las campanas de santamaría" "Molokay" "los 10 mandamientos" y la inolvidable "Ben-Hur" (me enamoré del malo... de Messala, y luego, años más tarde, me entere´de que su interés por Ben_hur era puramente carnal. Vaya, que nunca hubiera tenido nada que hacer con mi Messala), jo, y "Quo Vadis" (que acababa con el famoso quo vadis dómine?)
Tiempos de radio nacional dando el parte de las 2 y media, de "Matilde, Perico y Periquín", en fin, días de una infancia muyyy lejana ya (aunque nunca se marche del todo)
Tiempo de velas y círios, de recorrer siete iglesias de la mano de mi abuela...
Tiempos... tiempos de ciruelas.
Un abrazo.
Talin. No sé a qué asuntos te refieres. Pero yo soy una currante vocacional y me suelen compensar muy poco las cosas.
Pero como decía mi abuela: "en estos lugaricos cortos, ya que no nos alaba nadie nos alabemos nosotros"
Quiero decir: que comprendo tu ilusión por el libro porque yo soy amante de los libros, pero que yo me ilusionaria 'con otros asuntos' a la hora de hacer un libro; es decir: no me ilusionaria por hacer uno sobre Semana Santa que, como ya te expresado en otro blog, las procesiones esas con sus capiruchos me dan miedo y me las imagino asesinando negros, emplumando obreros, quemando herejes... De modo que 'esos asuntos' no me atraen. No estaba imaginando intereses crematísticos u ocultos. No seas mal pensada
Por cierto, que con mensaje ideológico se me ha olvidado decirte que eso que dices por como lo dices emociona a uno; a uno que está tan alejado de esas ceremonias que, por otra parte, no me dicen nada
Talin. Tienes mucha razón. Anoche, viendo desfilar al Cristo de la Buena Muerte, bellísimo crucificado sobre inclinada cruz, escuchando los lúgubres rezos por masculinas voces,-Jerusalem, Jerusaslem- fantásticas por cierto, las antorchas llameantes y oscilando por la brisa nocturna, las túnicas blancas y fantasmagóricas, el silencio, casi terrorífico, las angostas calles...y mi imaginación que no para, pensé exactamente lo mismo que tú: qué barbaridades debieron cometerse allende otras épocas.
Pero ahora es simplemente una recreación plástica de lo que fue, solamente, un lujo para la vista, un paisaje para los artistas y una buena inversión económica para esta ciudad despoblada y pueblerina.
Amén.
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