de pequeña yo soñaba
con mis príncipes azules
con carrozas encantadas.
A las orillas del Duero,
allí donde el cauce ensancha,
su Perla, la Catedral
quieta en el tiempo, no cambia.
A las orillas del Duero
una ciudad se fundara,
allá, en tiempos del medievo.
Zamora, así la llamaran.
A las orillas del Duero
una muralla se alzara,
a lo largo y a lo ancho,
Zamora quedó cercada.
2 comentarios:
Dicen que quien pasa por el río, tarde o temprano siempre se llora.
Buenas como siempre las tomas.
Besos.
Menuda embajadora que tiene Zamora en ti...
Creo que podré ir sin problemas. Me apuntaré las señas del pabellón, etc e iré por allí en cuanto termine el examen. Que por suerte es esa misma mañana a primera hora, con lo que a medio día podré estar ya descubriendo el mundo en FITUR.
Besitos!
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