Aunque todavía haya muchos
españoles que no conozcan Antequera, estoy segura de que en alguna ocasión habrán
oído pronunciar la famosa frase “Que salga el sol por Antequera y que sea lo
que Dios quiera”.
Puedo decir que yo soy una de
esos españoles que no había estado nunca en Antequera aunque sí sabía de la
frase e incluso la había utilizado alguna vez para salir de alguna situación
comprometida. Hoy, Antequera está ya en mi retina, en mis recuerdos y en mi
sentir. En mi cabeza se disputan protagonismo, la Peña de los Enamorados, el
Torcal, los Dólmenes, la Alcazaba y la bella Tazgona, princesa árabe que “nos contó”, allí
mismo en la Alcazaba, frente a la Peña de los Enamorados, como se había prendado de Tello, un caballero
cristiano y cómo, ante la imposibilidad de llevar a cabo su gran amor, tuvieron que renunciar a él arrojándose
al vacío abrazados desde lo alto de la Peña. Leyenda… realidad… qué importa. Es
una bella historia de amor ocurrida en
la época medieval que ha corrido de boca en boca, de generación en
generación y que, contemplando los
lugares donde ocurrió nos transporta a
otras épocas cuando la ciudad de Antequera estuvo ligada al municipio romano de
Anticaria que nos lleva a 2000 y 2500 años atrás, incluso algunos apuntan a
4000 dados los restos encontrados. Y esta bella historia de amor está
relacionada, precisamente, con los dólmenes de Antequera, principales testigos
de esta época, como son los dólmenes de Menga y Viera, el Romeral y la
Necrópolis de Alcaide. Este conjunto se considera el mejor conjunto dolménico
de España, siendo el dolmen de Menga su principal exponente del megalitismo
peninsular.
Aunque la visita a estos lugares invita a soñar y elucubrar se hace imprescindible dar algunos datos sobre estas espectaculares construcciones que están a la altura de Atapuerca o Altamira. Los Dólmenes de Antequera , junto a otros templos como los encontrados en Irlanda, Carnac en Francia o los Templos de Malta, representan el máximo exponente del legado patrimonial y cultural de las primeras sociedades neolíticas europeas como es el megalitismo.
Dada su importancia, la Unesco, y el Comité del Patrimonio
Mundial declaró inscribir el Sitio en la Lista del Patrimonio Mundial al
cumplirse todos los requisitos y criterios como bien cultural en serie,
adoptando la Declaración de Valor Universal Excepcional. en 2016.
A simple vista, estas estructuras se muestran como paisaje
natural, sin embargo se hallan enterradas bajo túmulos de tierra, cuya
orientación se basa en la Peña de los Enamorados y el Torcal, monumentos
naturales. La manera en la que se planifica su arquitectura es excepcional.
Todo ello está en perfecto estado de conservación, tanto la estructura rocosa
interior como los túmulos que la recubren.
Los megalitos son las primeras formas de arquitectura monumental en piedra
de la Prehistoria europea. Su función servía como cámaras mortuorias, como
templos y como espacio rituales de ceremonias propiciatorias, relacionado casi
siempre con la fertilidad, o la memoria de los antepasados.
Todos estos monumentos tienen una relación visual perfectamente medida y estudiada que fue
descubierta sucesivamente por diferentes investigadores como Louisa Tenison en 1851, Manuel Gómez
Moreno en 1905 . Por su parte, James
Hemp en 1934 publica la primera
fotografía de La Peña desde la entrada de Menga que señala la presencia del
túmulo en El Romeral. En 2002 Michael Hoskin que ha investigado sobre miles de
megalitos pone de relieve la orientación equinoccial de Viera y la terrestre de
El Romeral.
Observando estos lugares, de gran impacto visual y que
irradian tan fuerte magnetismo, podemos imaginar a aquellos primeros
investigadores maravillados ante descubrimientos tan excepcionales, y
maravillados también al descubrir el modo en como fueron construidos. Sin duda, una placer para los estudiosos en
cultura megalítica.
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