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2 de septiembre de 2006
Plateada por el rubio sol,
Zamora calla:
Al susurro del viento
al eco antañón del poema de Claudio,
poeta de vino y taberna,
poeta del Duero
poeta huérfano
de casas y de hermanas.
Poeta de agua y hojas:
Hojas aventadas
sobre el agua mansa.
Hoy, Zamora se miraba
y la miraba.
Mi vieja Zamora,
mi tierna y dulce Zamora
que acarician mis ojos
y mis días.
Espejos del alma
espejos de sombras.
Espejos doloridos.
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2 comentarios:
Precioso lo que has escrito, las fotos muy bonitas, algun dia tendre que conocer Zamora digo yo??? :)
saludos cordiales.
Muchas gracias por sus comentarios en mi blog.
Bellas palabras, bellas de verdad, y esas fotos! por los cielos, son una hermosura, qué bello lugar, me encantaría estar allí!
Muchos cariños, cuidese, nos leemos.
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